Hará un año os hablamos, de pasada, de un título para Nintendo DS (que desde entonces ha aparecido en PC y Wii y ha contado con una segunda parte) del que no habíamos vuelto a hablar, en vista de las pocas probabilidades de que llegara a España y del también poco interés que nos suscitaba: Cate West. El pasado lunes Nobilis Ibérica anunció que lo pondrá a la venta en España en marzo, suponemos que en el marco de la gama de aventuras gráficas que anunció hace ya bastante tiempo para luego no apoyar ni con lanzamientos ni con promoción. Cate West: The Vanishing Files es un pasapuzzles con historia, la de una novelista con poderes de médium que se ve involucrada en la investigación de unos crímenes que asolan la ciudad de Arcadia, en los que según indaga terminará por descubrir no sólo una relación con la muerte de su padre, acaecida 17 años atrás, sino también (¡atención!) con la versión bíblica de los tres Reyes Magos de Oriente.

La nota de prensa reza lo siguiente: «Recoge pistas, reconstruye pruebas e identifica a los sospechosos. Tienes más de 50 escenas del crimen diferentes donde encontrar más de 1000 indicios. Los poderes de Cate te ayudarán a avanzar en el misterio. Para poder condenar a los verdaderos culpables tendrás además que reconstruir las escenas del crimen…». Lo reproducimos aquí, en contra de nuestra costumbre de jamás transcribir las notas de prensa (viva la técnica periodística), porque describe de manera exacta la intervención del jugador en este producto: consiste, literalmente, en encontrar primero objetos —de una lista dada— escondidos en escenarios que bien podrían ser escenas de un crimen (a juzgar por las imágenes, uno contra la salud pública) como unos grandes almacenes; luego, en recomponer evidencias —también dadas— encontrando sus pedazos en los mentados escenarios; y más tarde en seleccionar la guarida del asesino mediante una suerte de juego de las siete diferencias comparando un par de fotografías con una visión de Cate. Con toda esa información a base de pixel-hunting, se selecciona el culpable correcto de los que aparecen en pantalla, y por último se relacionan las pistas con los hechos en un juicio. Alguien podría llegar a pensar que se hace de forma similar a como se ha visto en la serie Phoenix Wright. Nada más lejos: hay que colocar una serie de objetos listados, según parece seleccionados aleatoriamente componiendo un plantel esperpéntico, en un par de imágenes, de forma que las dos queden igualadas.

Hacer juegos para gente a la que no le gusta jugar es como escribir novelas de aeropuerto: algunos salen mejor de lo que cabría esperar, y funcionan en el mercado si no hay saturación, pero siempre les falta el mimo que denota un trabajo hecho con ganas y no para ver si suena la flauta. Si no hay mimo y además la propuesta es insulsa, el resultado os lo podéis imaginar… Nosotros no somos capaces de colegir por qué no se venden los juegos de esta clase para la portátil de Nintendo.

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